El Gran Palacio y el Wat Phra Kaew, situados en un mismo recinto, constituyen el centro simbólico del Reino de Tailandia y son una visita casi inexcusable.
Su construcción se inició a finales del siglo XVIII por orden del rey Rama I, quien decidió trasladar la residencia real desde Thonburi a la orilla opuesta del río Chao Phraya, estratégicamente mejor situada frente a los posibles ataques de sus enemigos.
Horario: 08h30 – 16h00
Entrada: 500 baht

El Gran Palacio es sin duda la joya de la Corona.
Para sacarle mejor partido a la visita te ofrecemos una visión de conjunto, destacando algunos de los elementos que nos parecen especialmente interesantes.
Para empezar hay que tener presente que su diseño y construcción se inician en el último cuarto del Siglo XVIII, unos años después de la debacle sufrida en Ayutthaya.
La destrucción y el saqueo de la antigua capital por parte de los enemigos Birmanos no sólo supuso el fin de una etapa brillante del reino de Siam, sino que también ocasionó la pérdida de gran parte del patrimonio histórico y cultural del pueblo Tai. Una tragedia para su memoria colectiva.
En muchos aspectos había que empezar de nuevo.



Así que lo que vas a encontrar dentro del recinto amurallado es, por un lado, la nueva residencia del monarca y las dependencias necesarias para gobernar el reino. Diseños ajustados a esas funciones que transmiten la solemnidad y el distanciamiento propios de una monarquía entonces absoluta.
Y, por otro lado, verás elementos arquitectónicos y ornamentales que además de decorar y embellecer tienen una importante función simbólica. Cuentan cosas sobre el universo particular del pueblo tailandés, su historia sagrada y sus creencias. De alguna manera recrean una parte de la memoria perdida en Ayutthaya.




Un entramado construido a partir de la cosmología hindú, las creencias animistas y la supremacía espiritual del budismo, que sostiene la identidad del pueblo Tai y da legitimidad a la nueva dinastía reinante.
Uno de los principales atractivos es el Buda esmeralda situado en el monasterio real.
El edificio responde al canon clásico budista, si bien no reside en él ninguna comunidad de monjes.
El Buda fue descubierto en 1.434 en una stupa de Chiang Rai, oculto bajo una cubierta de yeso aparentando ser una estatua ordinaria y tras un largo periplo terminó dentro del palacio.
Se trata de uno de los Budas más venerados de Tailandia, aunque realmente está tallado sobre un bloque de jade verde.

Junto a estos vínculos con el pasado se pueden apreciar también rasgos de modernidad.
El Chakri Maha Prasat tiene un diseño neoclásico obra del arquitecto inglés John Clunich. Estilo de construcción importado de una Europa que recoge los primeros frutos de la Ilustración y la incipiente Revolución Industrial. Su tejado incorpora las agujas doradas clásicas del estilo tailandés.


Finalmente, vamos a detenernos en las pinturas sobre los muros que rodea y cierra todo el complejo. Se trata de una secuencia de murales que relatan el Ramakien, la famosa leyenda del héroe tailandés Phra Ram, antiguo y ejemplar rey de Ayutthaya.

El Ramakien tai es una adaptación del Ramayana indio, una espléndida narración muy anterior en el tiempo. El propio rey Rama I y su descendiente Rama II intervinieron en su redacción.
Los poemas épicos son la manera propia de la tradición India de transmitir la historia sagrada y, como parte de ella, el código moral que deben seguir sus creyentes.
Cuando vayas a visitar el Gran Palacio ten en cuenta que te ocupará aproximadamente una hora y media, y que es muy probable que encuentres una gran afluencia de turistas, por lo que quizá te merezca la pena ir a primera hora de la mañana, especialmente si hace mucho calor y en temporada alta.
Es obligatorio llevar cubiertos los hombros y las piernas (los pañuelos no sirven). Si no fueses así puedes tomar ropa prestada para taparte en el mismo recinto del palacio. Es gratuita y únicamente necesitarás cambio para dejar la correspondiente fianza, aunque se pierde bastante tiempo.
Finalmente, para situar el Gran Palacio en la línea de tiempo, a modo de contexto histórico, te ofrecemos este post. Está asociado a la actual dinastía Chakri.