Cuando accedemos a un vehículo nos abrochamos el cinturón de seguridad no porque pensemos que vamos a tener un accidente, si así fuese obviamente ni siquiera nos subiríamos. Lo hacemos sólo por si acaso.
Con el seguro de viaje la idea es la misma.
Es importante que:
» No des nada por hecho, comprueba personal y atentamente las condiciones y coberturas de tu póliza. Evita sorpresas inoportunas.
» Son muchas las cosas que pueden asegurarse: el propio viaje, el equipaje, los retrasos, etc. Valora si merece la pena el coste de la prima y toma tu decisión.
Hay tres coberturas muy importantes a las que debes prestar especial atención, porque si desafortunadamente fuesen necesarias, el viaje sería entonces lo de menos.
» La primera es la repatriación en caso de fallecimiento. La segunda es la repatriación y el transporte sanitario hasta tu residencia en caso de enfermedad o accidente. Ambas se incluyen habitualmente en este tipo de pólizas. No obstante, compruebalo!
» La tercera es el límite de gastos sanitarios durante el viaje. En ésta nos vamos a detener.