El Gran Palacio y en el mismo recinto el templo budista Wat Phra Kaew son como la Quinta Avenida, Trafalgar Square o La Sagrada Familia, a saber, visitas que siempre están incluidas en un primer viaje a Nueva York, Londres o Barcelona.
El Wat Pho es uno de los monasterios mejor conservados del país, por lo que vale la pena pasear por las distintas salas, aunque es famoso porque alberga el Buda reclinado gigante.
La estampa del Wat Arun junto al río Chao Phraya es realmente magnífica. Las primeras horas de la mañana o bien por la tarde, justo antes de cerrar, las luces realzan su belleza. Además, las vistas de la ciudad desde la parte superior del ‘prang’ central son excelentes.
La Diáspora china, establecida en Bangkok desde el principio, ha jugado un papel importante en el país y hoy en día su barrio conserva un auténtico aroma chino, por lo que te recomendamos no abandonar la ciudad antes de visitar Chinatown.