La devoción que muchos tailandeses profesan por los dioses hindúes se manifiesta en los pequeños santuarios que salpican las calles de Bangkok. Uno de los más famosos es éste de Erawan dedicado a Brahma, dios de la creación.
Su interés no sólo está en presenciar la manera en la que los habitantes de la ciudad expresan su fe, también es interesante el entorno en el que se ubica y la mezcla que se produce entre tradición y modernidad.
El que ahora nos interesa pertenece al Grand Hyatt Erawan Hotel y se encuentra en la esquina de las calles Ratchadamri Road y Polen Chit Road, en el distrito de Pathum Wan. Una zona céntrica y comercial de la ciudad (Siam).
Brahma se representa a través de una figura con una cabeza de cuatro caras y los objetos que sostiene con sus manos representan una cualidad o un elemento, como la vasija que contiene el agua con la que Brahma inició la creación o las Sagradas Escrituras.
Su construcción se llevó a cabo en 1956 con objeto de neutralizar el mal karma que arrastraba el antiguo hotel Erawan. Influencias negativas que provocaron graves incidentes desde el principio de su edificación. Finalmente fue demolido para levantar el actual, en 1987.
El lugar en el que se encuentra el templo es un buen ejemplo del eclecticismo propio de la postmodernidad, donde todo tiene cabida y todo se mezcla, mercado, riqueza, tecnología, fe y religión.